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lunes, 20 de enero de 2014

Autogestión, ¿consecuencia de una búsqueda estética?




Un colectivo artístico, que a partir de un nombre crea una marca para combatir a las corporaciones.
Por Carlos Diez

A partir de una búsqueda de lo estético, descreyendo de la dependencia de los grandes sellos, y aprovechando las nuevas tecnologías, surge Laptra.
En 2004, con la edición del primer simple de El Mató a un Policía Motorizado, toma forma un proyecto que consistía inicialmente en editar su propia música de manera casera, bajo  sus propios estándares, y difundirla a través de internet.

Hoy, después de nueve años de trabajo y experimentación, Discos Laptra es reconocido como uno de los sellos discográficos independiente más influyentes del país, que facilita a los artistas pertenecientes al colectivo los servicios de registro y edición musical, centralizando también las tareas de booking, management y prensa.

Javier Sisti Ripoll (107 Faunos) cofundador del sello junto a Santiago Motorizado (El Mató a un Policía Motorizado), nos cuenta cuál es el ideario detrás del sello.


¿Hay algún acercamiento consciente al concepto de Autogestión?

Absolutamente, pero de una manera difusa, con un pie en el idealismo y otro en la coyuntura, siempre con fuertes convicciones estéticas. Las bandas que escuchábamos y nos parecían más interesantes, eran producidas y distribuidas por sellos pequeños. Amábamos el “Lo–fi”  (del inglés lowfidelity), creíamos en el poder de nuestras canciones y nos causaban gracia los grupos que grababan un demo. ¿Qué tenés que demostrar a quién? Era algo que no entendíamos. Nosotros grabábamos discos. Quizá fuéramos un poco pretenciosos, pero creíamos en el control total de la obra, y creíamos, incluso, que se podía hacer algo significantivo para la cultura de nuestra época desde afuera del sistema de producción industrial.

Cuando empezamos, armamos el sello como una parodia a la burocracia cotidiana que se vive en una ciudad como La Plata. A eso y al lenguaje de las corporaciones. Fijate, el logo de Laptra es un logo corporativo genérico y el nombre es una sigla que no significa nada.

Lo que es llamativo es cómo la lógica de la burocracia y las empresas fueron copando el circuito de la música, sin resistencia ni apropiación irónica en ninguno de los casos.
Ahora se habla de “modelo de negocios”, nosotros hablábamos en términos de “contracultura”.
Empezamos con ánimo lúdico y espíritu de pandilla, estábamos en contra de todo. Ahora todos se mueren de ganas de tocar en el Senado.

¿Cómo se cruzan las aspiraciones individuales en un proyecto que intenta ser social y artístico?

Tenemos una manera de funcionar bastante particular. No somos un proyecto eminentemente social. O sea, proponemos un modelo de organización alternativa, que es un acto político y en algún sentido produce sociabilidad.
Somos un grupo grande, pero la direccionalidad, el modus operandi y la estética del colectivo grupal están bastante claras. Tenemos una retórica bien definida. Así que en general no surgen problemas grupales, las obligaciones y los derechos que tiene cada uno al pertenecer al colectivo están bastante claros. Obviamente, hay diferentes niveles de compromiso y de poder de decisión, pero somos completamente horizontales.  

¿La forma de trabajar de Laptra reproduce la lógica de otros sellos o intenta establecer un nuevo paradigma?

Ninguna de las dos cosas. No funcionamos como los demás sellos, pero nunca tuvimos la intención de establecer un nuevo paradigma. Todo lo que hicimos es producto de nuestra experiencia, no nos basamos en ningún modelo y no pretendemos ser un ejemplo para nadie.

¿Cuál es el nivel de autonomía que tiene una banda al momento de pertenecer o participar en Laptra y qué beneficios obtienen?

Las bandas que ingresan a Laptra son elegidas por una especie de curaduría colectiva. El nivel de autonomía de la banda es 100%. Y en cuanto a los beneficios, no hay ninguno en especial, son cosas bastante abstractas. Apoyo espiritual, experiencia participada, logística, sumarse a algo que ya viene andando.

¿Son compatibles en Laptra, ser una empresa  y ser partícipes del proceso de las bandas?
No somos exactamente una empresa, somos una especie de mutante.
Personalmente, considero que ser músico y estar al tanto de cómo funcionan todas las instancias del “negocio” está bastante bueno. 



► Web: www.laptra.com.ar

¡Conocé un poco más de Laptra!
Te dejamos para que escuches las bandas del sello:

El Mató a un Policía Motorizado: http://elmatoaunpoliciamotorizado.bandcamp.com/
Reno y los Castores Cósmicos: http://renoyloscastorescosmicos.bandcamp.com/

martes, 18 de diciembre de 2012

La liberación animal desde el Rock. Un par de palabras con Boom Boom Kid

















 Por Carlos Diez 
“Para mí la comida es combustible, es gozo, es placer”. Estas fueron las primeras palabras de Boom Boom Kid en nuestra entrevista para ProyectoAire. El inquieto artista se define como alguien sin rumbo, incapaz de llevar un mensaje de conciencia sobre la alimentación; él solo canta y vive lo que cree. 

 A casi cinco meses de la presentación en Groove de su último disco Libro Absurdo, aún nos encontramos disfrutando lo que él definió como “un trabajo que consiste en elevar al individuo e inspirarlo a dibujar su propio destino, y que llegue a ser un intento del humano sano, libre, amoroso y natural que ya ha sido olvidado”. Concretamente, es un disco de 35 temas que inicialmente fue acompaño por un libro que recorre su cosmovisión acerca del mundo y cómo le gustaría que la cosa funcionara. Se pueden destacar canciones como No me dejes nunca, Si todo se cae hoy y su versión de Sobre un vidrio mojado, de Sergio Denis.

Por si alguno no lo sabe, el Chico Boom Boom -anteriormente conocido como Nekro en sus años frente de la leyenda del hardcore vernáculo, Fun People- hace más de veinte años que se reconoce como ovo-lacto-vegetariano. Según cuenta, todo comenzó cuando a los 9 años vio como mataban a una gallina frente a sus ojos y esa imagen lo marcó para toda la vida. “Desde ese momento intento ser lo más bueno posible con los seres con que me toca vivir en el planeta”, afirma el músico.

Su mirada a favor de la liberación animal y su conciencia limpia por no matar animales para comer ni vestirse queda bien clara desde su primera incursión en el mundo hardcore, con su primer disco Anesthesia. En él incluye el tema Vivisección, que reza: “desde hoy la ignorancia no es excusa y no puedo olvidar y no puedo olvidar, la vivisección”, arrastrando aquellas ideas heredadas de bandas como C.R.A.S.S. o Conflic, en una época en la que todavía no era cool ser vegano.

En el mano a mano BBK, nos cuenta que no pierde tiempo pensando en el vegetarianismo como pose, que le interesa más pensar en lo que se lleva a la boca, que no todo se reduce a comer milanesas de soja pensando que ya estás haciendo lo tuyo, y saca de la galera una noticia que leyó sobre cómo las inundaciones llevan los pesticidas de los campos de soja al río y que éstos matan miles de peces. Y agrega que “además, ése es el tipo de pesticida que termina en la semilla que vas a comer”.

Poco después de esta conversación vino la reflexión, ya que este caso no es más que uno de los tantos que se dan por la mala aplicación o por la poca conciencia acerca de los químicos que se utilizan en los campos de soja y en el resto de los alimentos. La liberación alimentaria implica transformarnos en sujetos críticos y conscientes de los impactos productivos de esta industria. Esperemos que este individuo libre, sano, amoroso y natural que añoramos junto a BBK, logre trascender las barreras ideológicas de un sistema dominante que nos distancia de nuestro contacto con la naturaleza y nos fije un nuevo rumbo.

5 temas para escuchar comiendo ensalada


  1. Meet is murder . The Smiths


2. La vida es algo serio - Lumumba

3. Verguenza - Ska -P

4. Vegetales - Boom Boom Kid



5. Free Me - Goldfinger