viernes, 4 de octubre de 2013

Esperando en vano estoy. Esperando en vano estás.



La columna vertebral de Santiago Nogueira | twitter: @SantiagoSabado


Hay formas de la socialización, formas de adecuar nuestras acciones y con­ductas en el mundo, propias de un proceso civilizador que resiste al peligro de extinción. Sociabilidad de tipo dinosaurio. “¿Vivo?” Sí Susana, vivo. 

Uno de sus resultados es la cultura del turno. En un mundo que promueve el derrumbe de todas las barreras que atentan contra la satisfacción de nuestros deseos y necesidades, encontramos una voz en el teléfono diciendo: “El doc­tor recién tiene turno para dentro de un mes.”
Silencio. 

¿De qué hablamos cuando hablamos del turno?  

El turno es el arancel correspondiente a la paciencia y la intención de concre­tar un encuentro, más allá del fin pretendido. La kriptonita de la sociabilidad. 

En esta forma de relación de poder, el amo dominante impone su agenda drás­tica y despiadadamente ante la demanda de un esclavo de la necesidad. Es una forma de dominación asociada al autoritarismo.
Es así que, considerando al turno como la postergación legítima de la satisfac­ción del deseo, encontramos otra forma de intervención imperialista. 

Hace tiempo debió haber perecido, posibilitando la emergencia de algún tipo de mecanismo capaz de asumir valores que comprendan que detrás del pedi­do de tiempo para recibir atención hay una persona y una necesidad que no pueden esperar. 

Mientras tanto, me empieza a doler algo más que la muela. No queda más que esperar. 

Que nunca falten las salas de espera.

Leé el número completo sobre "Soberanía Tecnológica"!



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