Plantarse es una Organización No Gubernamental constituida con el firme propósito
de despertar conciencia a partir de una acción sencilla y colectiva, pero con
un fuerte impacto en lo simbólico en lo
que respecta al abordaje de la problemática que los movilizó: el plantado de
árboles. Reducir la huella de carbono, producto del consumo desmesurado y su
inefable consecuencia, el calentamiento global. Las jornadas de plantado tienen
una fuerte carga de emociones que se adjetivan en acción y en la búsqueda por despertar
conciencia en los eventuales jardineros; se los forma para la tarea a realizar
y se los informa acerca de la importancia de cuidar todos los recursos a los que
acceden, adecuando este tándem de contenidos útiles para la vida de un
individuo, en relación con su comunidad
y también desde su ámbito laboral.
Plantarse va tras la búsqueda de nuevos objetivos, diversificar el
campo de acción y prolongarlo en el tiempo, transformar una realidad cortoplacista
por un programa que favorezca un desarrollo sustentable. Mariano Padró,
fundador de esta organización, nos cuenta y acerca a su realidad y sus
compañeros de ruta.
Un futuro prometedor para una organización que ha decidido
evolucionar ecológicamente y que invita a todos a sumarse desde sus lugares, a
plantarnos ante la adversidad y el devenir de la sociedad pre/pos industrial,
globalizada y en crisis.
LA SEMILLA DE
PLANTARSE. GERMINANDO UNA IDEA.
El principio fue una mezcla de cosas. Por un lado, querer pasar a
la acción, digamos, querer hacer algo puntual, juntarse con otra gente y pasar
de la charla de hogar o de café a una transformación real, aunque sea chiquita
o insignificante, como plantar un árbol. Por otro lado, yo venía colaborando con una asociación civil que
trabajaba en pensamiento estratégico, pero necesitaba algo que pudiera bajarse a
tierra. Además, considerábamos que había una falta de espacios verdes, no
parques o reservas, sino lugares donde poder meterte a caminar libremente y
disfrutar del ecosistema nativo. No existe eso. Yo soy de Luján y cuando hago
eso tengo que saltar un alambrado, ir al margen de un arroyo para ver unas
mariposas y un par de plantas silvestres. Entendemos que esto debiera existir
sin necesidad de una reserva. Por eso surgió la idea de Plantarse, porque no armamos pequeños bosques donde uno pueda ir a
disfrutar y pasar el día sin necesidad de una reserva, ni un parque; queremos
que simplemente que sea un lugar libre. Que sea un gran baldío. El baldío en sí
suele tener una connotación negativa, pero porque no se está contemplando que
ahí hay un refugio de biodiversidad.
Nosotros queríamos recuperar eso de forma ordenada plantando
árboles nativos. Sumando a esta necesidad la problemática de la huella de
carbono, la idea cerraba por todos lados, se complementaban naturalmente.
EL BROTE (LA
CONSTITUCIÓN DE LA ORGANIZACIÓN).
Empezamos hace tres años con esto, sin papeles, sin poder recibir
ayuda económica, y luego formalizamos como organización. La idea fue mutando
mucho porque al principio era como más punk, salir y plantar al costado de la
ruta, más a la deriva. Después fuimos transformándonos hacia algo más
organizado, asesorándonos acerca de qué plantar, entendiendo que cada
movimiento que realizás tiene no sólo un impacto, también hay costos que
afrontar. Hoy Plantarse tiene más de 400 árboles plantados y si eso lo
hubiésemos continuado desde la vía punk, no se hubiese logrado.
PLANTARSE.ORG -
PLANTANDO CONCIENCIA
La primera acción que hicimos fue una plantada en Mercedes
(Provincia de Bueno Aires). Había una reserva muy linda que estaba un poco
descuidada e hicimos una plantada de 100 árboles como para entrar en la agenda
del municipio, haciendo que ese espacio pase a ser una reserva propiamente
dicha. Uno de los objetivos planteados fue que la gente y otras fundaciones (posteriormente)
comprendieran la importancia de preservar un espacio de esas características y
que además contribuyeran a su crecimiento.
La respuesta que recibimos fue mejor de la que esperábamos, fue
mucha gente a colaborar. Así fue que tanto los vecinos de la zona como otras organizaciones
también comenzaron a realizar actividades de plantado. Dimos el puntapié
inicial en pos, no sólo de la preservación sino también de la toma de
conciencia.
Entre otras experiencias de plantado que surgieron posteriormente
se pueden mencionar la del Club de Fútbol de Luján; otra en Tucumán; en Tigre;
en Gral. Rodríguez. En línea general, podemos destacar que en las plantadas se
genera un muy buen clima donde todos colaboran, porque los aspectos de
logística a cubrir demandan eso: hay que cargar palas, los baldes para riego;
el trabajo con la tierra y el esfuerzo que implica toda la actividad despierta
un espíritu de participación muy interesante. La gente queda muy conforme y los
que fuimos como cabeza de actividad quedamos muy motivados y con ganas de hacer
otras nuevas.
PLANTAR UN ÁRBOL…
PROLONGAR LA VIDA.
¿Por qué un árbol? Lo entendimos como un emblema;podrían haber
sido flores, pero encontramos una fuerte identificación con los árboles por el
impacto que causa en el tiempo, porque a decir verdad, poner una planta implica
el mismo esfuerzo, pero en el largo plazo el árbol suele perdurar y así también
prolongar el mensaje. Pero fundamentalmente, por el rol que cumplen en el
proceso de captación de emisiones de carbono en la lucha por la reducción esta
huella. Para quienes desconocen qué es la “Huella de carbono”, se denomina así
al impacto que tienen nuestras actividades en el grado de emisión de Co2 hacia
la atmósfera. La emisión se produce cuando se consumen recursos y energías no
renovables provenientes del petróleo, carbón y gas. El petróleo y el carbón son
los más utilizados y en nuestra vida están insertos, entre otras formas, como
plástico y energía eléctrica. El plástico, en relación con el petróleo y la
energía eléctrica, con el carbón.
Esto nos habla de que cuando utilizás tu auto para hacer un
mandado, tomás un transporte público, un vuelo o consumís un producto que
atravesó miles de kilómetros para llegar a tus manos estás contribuyendo a
incrementar la huella de carbono. La misma es una consecuencia -entre otras- de
este mundo “desarrollado” que, con la impronta del consumo como consigna de
buen vivir, trae implícitas grandes cantidades de emisiones. En Argentina la
emisión promedio de Co2 por persona durante un año es de cinco toneladas; en
Estados Unidos, 22; en países de Europa oscila entre 8 y 11.
Obviamente, no es lo mismo la huella de una persona que vive en
una zona rural con pocos recursos que la de una que vive en Buenos Aires. ¿Por
qué importa? Porque su consecuencia es el calentamiento global. Éste se da
cuando los gases de efecto invernadero se encuentran en la atmósfera en una
proporción mayor a la natural, haciendo que la temperatura media del compense todo el volumen que el mundo utiliza.
ECHAR RAÍCES, LA
PROPUESTA.
Lo que propone Plantarse es una política de amortiguación del
impacto, pero por sobre todo, de concientización. No es una compensación libre,
es decir, yo uso 300 litros de nafta y planto dos árboles, entonces equilibro
el universo. No es así, sería imposible pensarlo así y que todo el mundo
consuma de esa forma, pero sí es posible que la gente comience a comprender el
impacto de los 600 litros que consumió y el trabajo que lleva plantar un árbol,
que sólo va a compensar 200 litros. Esto es útil para que se dimensione y se
recapacite acerca del uso desmesurado de recursos.
La primer política es cómo reducir lo que consumís: si tenés que
hacer un mandado, agarrá la bici; si tenés que ir a lo de un amigo, caminá o
tomá un transporte público; si tenés vacaciones tomá un destino cercano porque irte a China tiene un
costo muy alto para el planeta. Hay muchas empresas que han empezado a medir su
huella de carbono, también hay otras que definieron incorporar en su agenda
acciones para la compensación y reducción. En muchos casos son acciones simbólicas,
lo digo en el sentido de que lo están haciendo principalmente para generar
concientización interna.
Convengamosque hay algunas que para poder compensar necesitarían
plantar 10.000 árboles, entonces simbólicamente se plantan 100. No para fines publicitarios,
sino como una acción de concientización puertas adentro; en eso son muy serios porque
lo toman como capacitación continua en pos del cuidado de los recursos. Como
beneficio adicional, luego cada persona involucrada adquiere conocimientos que
también pueden trasladarse al ámbito personal. Por supuesto que esto a largo
plazo reditúa en un beneficio económico también. Después nosotros proveemos material
para la comunicación interna y una pequeña reseña de la actividad realizada.
Con las empresas que estamos trabajando ya estamos haciendo
ejercicios de compensación en función de la energía que utilizan en las
oficinas y plantamos dos árboles por cada tonelada emitida, explicando cómo es
el proceso y dando consejos para reducir su consumo energético.
La idea es hacer de la actividad una capacitación más que un
trabajo de voluntariado. El tema del cuidado posterior de los árboles no lo
hace la empresa, tampoco nuestra organización, sino que se da a partir de
acuerdos que se cierran con los municipios de cada lugar donde plantamos. El
árbol no queda a la deriva. Planificamos en forma permanente seguir creciendo en
el desarrollo de jornadas, seguir conociendo municipios y gente, haciendo
participar a la comunidad lo más posible.
Nuestra idea para el año que viene es motivar a otros grupos a que
se animen a plantar con nosotros. Motivados por nuestra buena experiencia en
las jornadas y por todo el conocimiento que fuimos adquiriendo en estos años de
trabajo, queremos poder transmitir a otras organizaciones formales o
informales, asistirlos y que queden en condiciones de luego organizar acciones
de plantado en sus municipios. También tenemos planificado, en la zona oeste
del gran Buenos Aires, un trabajo con escuelas de la mano de una empresa local.
El plan será ir a un colegio y entregar un kit por alumno para que cada chico
pueda tener su árbol, llevarlo a la casa para cuidarlo y a fin de año hacer una
jornada de plantado en la zona.
A PLANTARSE
Queremos sembrar el germen de la inquietud y de las ganas hacer,
por eso elegimos algo tan territorial y tan práctico, porque decidimos salir a
plantar especies autóctonas y ahí fuimos. Invitamos a los demás a que hagan lo
mismo. El cambio de paradigma es empezar a transformar
desde uno, hay que generar y motivar los cambios, porque seguro
vas a encontrar aliados en tu grupo de amigos o familiares. En cuanto al eje de
la organización y su núcleo duro, el grupo humano que forma Plantarse en el
aspecto profesional individual es absolutamente heterogéneo
en relación al eje temático; ninguno viene de una carrera
ambiental y eso nos da una impronta diferente y es lo que nos gustaría decir.
Porque cada uno de nosotros decidimos tomar una iniciativa y salir a hacer, y
así logramos plantar 700 árboles (entre árboles y kits). Entonces me parece que
eso es lo que nos gustaría contar a los demás, decirles a todos que cualquiera
desde su casa o ámbito en el que se desenvuelva puede activar y hacer algo por su
cuenta, aunque no tengas un gran respaldo, aunque no te financien. Las ganas de
hacer son suficientes.
UN PRODUCTO
PEDAGÓGICO Y SUSTENTABLE EL KIT DE PLANTADO
Desarrollamos un producto novedoso y didáctico. Desarrollamos un kit de plantado al que vemos como un
producto lúdico, pensado para las personas que no han tenido ningún
acercamiento a una germinación, al plantado de un árbol, o que no están muy
interesadas en el tema en general y despertarles algo por esta temática. Una
primera aproximación. El kit viene con semillas de jacarandá, la tierra
necesaria y adecuada para plantar, una maceta, una pala, un germinador y las
instrucciones. La idea es que a través del kit puedas plantar y hacer crecer tu
árbol y después nos envíes las fotos de cómo va el crecimiento. Lo importante
es que lo hagas y lo adoptes, después podés decidir si lo querés tener en tu
casa o salir a plantarlo. La idea es lograr que la gente dé el primer paso y
rompa esa barrera que lo separa del involucramiento con otros aspectos de la
naturaleza .La respuesta es muy buena, la gente se engancha a hacerlo, nos
escriben y nos cuentan y algunos nos envían fotos. El kit se consigue en plantarse.org y ahí se coordina el envío.
EL PRIMER
RECONOMIENTO
Plantarse, junto a la fundación FCI, presentó un proyecto de
fitorremediación en el río Luján y nos acaban de informar que salimos segundos
del primer puesto. Es decir que no sólo si el primero no se presenta somos los
ganadores del concurso, sino que también nuestro proyecto es el segundo más
importante. Nuestra propuesta es que en una longitud de 1000 metros de las
márgenes del río Luján se implemente la fitorremediación. Es decir, a través
del plantado de diversas especies que tienen tolerancia a los metales pesados y
los extraen del barro se puede sanear el agua. Esas especies luego se cortan y
se hace una quema controlada o se entierra, después se hace un nuevo plantado.
A partir de un monitoreo este proceso se repite cuantas veces sea necesario. Es
una de las pocas formas de sacar los metales pesados sin volver a contaminar,
porque hoy se draga el río, pero ese barro contaminado se deposita en otro lado
y vuelve a contaminar. El proyecto requiere
de un año de trabajo, involucra al municipio y a las organizaciones
sociales y a la comunidad en general, haciendo que todos participen de la
capacitación ypuesta en marcha del plan.
SUMATE!
Pueden donar un árbol online para la campaña que se está desarrollando
en la provincia de Córdoba. También postularse
para participar como voluntarios para las jornadas de plantado u
otras tareas. Pero lo que más nos interesa es que se animen a presentar nuestra
propuesta en sus ámbitos de desarrollo, escuela, trabajo, universidad, barrio,
etc., para compensar las emisiones. Anímense a transformar!
Web Plantarse - www.plantarse.org
E-mail - contacto@plantarse.org
Leé todo el Especial EcoRevolución acá:
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