Hoy la vida y la temática nos cruza nuevamente con Daniel
Zakuski. Diseñador de Indumentaria, cuenta con un posgrado en Gestión del
Diseño. Nos interesa su particular visión con respecto a la relación entre la
sustentabilidad y el diseño, por eso ProyectoAire lo invitó a coordinar este
número especial sobre el tema y, además, le realizó la siguiente entrevista que
indaga en los motivos que movilizan su acción como diseñador frente a las
problemáticas socioambientales.
¿Que motivó la búsqueda del diseño y la sustentabilidad?
El día que me recibí en la FADU-UBA y juré por “la
sociedad”, entendí que algo en mi formación había faltado, que la Universidad
pública, aquella que pagamos entre todos y debiera dar respuestas a la sociedad
y las realidades de nuestro país, algo estaba haciendo mal.
Realmente no busqué la sustentabilidad en lo que hacía porque
la veía como un concepto que tenía cierta estructura y no me sentía
representado por ella; más aun, lo asociaba casi exclusivamente a la cuestión
ambiental, cuando en realidad me parecía que nuestras problemáticas más
urgentes eran de índole social. Creo que el 2001 nos marcó a todos y hay un
antes y después de ese momento: gente que luchaba para mantener sus fuentes de
trabajo y hoy llamamos empresas recuperadas. ¿Cómo no pensar mi disciplina en
función de acompañar su producción o su inserción en el mercado? O gente que
comía de la basura y hoy son los cartoneros o recicladores urbanos, ¿cómo no
brindarles una identidad para integrarlos y dignificar su tarea? O los
“bolitas” que venían a “robarnos las fuentes de trabajo”, cuando en realidad
son traídos engañados para ser explotados en talleres que trabajan para
primeras marcas. ¿Cómo no acompañar esa lucha y diseñar junto a ellos una
alternativa de consumo que respete a los trabajadores?
Veía la sustentabilidad como un modelo impuesto desde los
países centrales y que no respondía a nuestras realidades locales, por eso me
planteé una cuestión de responsabilidad y realmente darme a la reflexión acerca
de qué hacemos cuando hacemos lo que hacemos, o sea, qué implicancias y consecuencias
tiene mi trabajo como diseñador cuando pienso o desarrollo un producto.
Lo cierto es que debemos hacernos cargo de que nuestras decisiones
tienen consecuencias y, por tanto, nuestras decisiones son siempre políticas,
porque con ellas modificamos la realidad, para bien o para mal.
¿Qué entendés por diseño y que entendés por sustentabilidad?
Para mí, el diseño es sencillamente pensar antes de hacer y
comprender que cada decisión que tomamos tiene un impacto en nuestra realidad y
la de quienes nos
rodean; esto, sumado al concepto de sustentabilidad -siempre y cuando pensemos
una sustentabilidad adaptada a la situación local- va a hacer que aquello que
proyectemos integre indefectiblemente los aspectos ambientales, sociales y
económicos y, por supuesto, el aspecto político del proyecto. Porque como digo:
producir y diseñar son acciones políticas, porque de nosotros depende cambiar
la realidad si no estamos de acuerdo con ella.
¿Qué hay de lo social? ¿Cuál es la perspectiva del diseñador
en este sentido?
La sustentabilidad social es algo que no está muy visto desde
el diseño, pensemos que estamos en un mundo donde el productivismo y el
consumismo forman parte de nuestra cotidianeidad y el diseñador es una
herramienta de este sistema donde lo único que importa es generar deseos en la
gente para que compre productos que no necesita y el sistema siga funcionando.
A los diseñadores los forman para pensar en el producto, no
en las personas y esto es el mayor de los problemas. Es difícil después de
tantos años de-formación en producto comprender que no es un fin sino un medio
para el bienestar del ser humano.
¿Qué expectativas tenés como diseñador en el campo
social?
Muchas. Como dije antes, creo que la crisis del 2001 marca un
antes y un después. Han nacido las ONGs y OSC, las Empresas Recuperadas, los
cartoneros, los movimientos sociales, las cooperativas, la economía social y
solidaria. La autogestión y la democracia directa en asamblea se han abierto un
mundo que se viene desarrollando a paso veloz y la crisis del sistema
capitalista hace que este estos sectores sigan creciendo y organizándose.
Creo que el campo social ya no es ni una urgencia ni una necesidad,
es una realidad. Ya no es algo marginal de lo cual deben ocuparse los programas
asistencialistas o los militantes. Es todo un sector para trabajar, que aún
tiene sus resistencias con los profesionales pero que está necesitando de
ciertos saberes para seguir creciendo y desarrollándose. En todo caso, si esto
no se dio antes es porque la Universidad no forma profesionales para este sector
y esta es la gran deuda a saldar en este nuevo contexto local y regional.
Daniel Zakuski - Diseñador
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