miércoles, 25 de septiembre de 2013

SOFTWARE LIBRE, SOFTWARE SOCIAL



Nota: DANIELA DIMOV / SANTIAGO NOGUEIRA | Entrevistas: JULIA VARELA / TAMARA ZYLBERSZTEJN



RPA entrevistó a dos representantes del cooperativismo en Argentina: Pablo Recepter, Gerente de Informática del Banco Credicoop, y José Massón, miembro de gcoop, una cooperativa de soft­ware libre. Ellos nos cuentan por qué el Software Libre (SL) se ha convertido en parte integral de la administración de su negocio, en un caso, y por qué el cooperativismo es la forma ideal de emprender un servicio de este tipo, en el otro. Todo esto enmarcado en un modelo diferente de pensar los intercambios económicos, el de la Economía Social y Solidaria.

A diferencia del modelo individualista-competiti­vo propio del capitalismo, que persigue el lucro y la acumulación individual por sobre el bienestar comunitario, el concepto de Economía Social y Solidaria (ESS) se basa en la idea de solidaridad.

El objetivo de los sistemas productivos y distribu­tivos de la ESS no es generar y acumular capital, sino resolver en conjunto las necesidades y deseos de los ciudadanos. Pone a las personas y su traba­jo en el centro del sistema económico, conside­rando a los mercados como instrumentos siempre al servicio del bienestar de todas las personas y de la reproducción de la vida en el planeta.

El Software Libre (SL), que parte de una serie de libertades que permite al usuario cooperar con sus pares y compartir su conocimiento, tiene en sus propias bases de constitución la filosofía e ideas que sostienen a la Economía Social y Soli­daria, en contraposición al modelo acumulativo capitalista.

José Massón, miembro de la cooperativa de servi­cios de software libre gcoop, nos explica de for­ma clara por qué eligen conformar una organiza­ción de este tipo para desarrollar su negocio: “El trabajo cooperativo y los fundamentos en los que se basa la programación de código abier­to plantean los ideales de sociedad que gcoop pretende. Sin patrones ni explotados, sin un monopolio del conocimiento y sin mercantiliza­ción del saber, donde no prime el poder desde arriba. gcoop busca y trabaja en pos de una sociedad justa, con relaciones equitativas y en la que todos participen directamente.”

Estos conceptos son el eje de constitución de las cooperativas, una de las formas de organización de la ESS (junto con las mutuales y las asociaciones).
Una cooperativa es una empresa que le pertene­ce a todos sus trabajadores (socios o co-propieta­rios), cuyo funcionamiento se gestiona de forma horizontal y democrática: las decisiones se toman en conjunto y las ganancias se reparten en for­mas iguales entre los socios (muy diferente a las empresas en las que los dueños son solamente aquellos que aportan el dinero y los insumos para hacer funcionar el negocio -capital-, y concentran las ganancias obtenidas gracias al trabajo de sus empleados, quienes solamente reciben un salario preestablecido).

Por otra parte, Pablo Recepter, Gerente de Infor­mática del Banco Credicoop (un banco cooperativo) relata cómo el software libre se presenta como la herramienta de gestión informática que mejor re­presenta los valores organizacionales cooperativos.
“Nosotros nos acercamos a la posibilidad de utilizar software libre a partir de una necesi­dad económica, como producto de la crisis, y encontramos productos maduros que nos sir­ven para nuestros equipos. Pero también nos encontramos con una filosofía particular en el modo de producción de software y la forma de distribución, que tiene relación con nuestra fi­losofía de trabajo basada en la colaboración, el apoyo mutuo, la solidaridad, el bien común. Y esto se refleja cuando ponemos el producto enmarcado en el concepto de propiedad social, distinto al de propiedad privada, sin buscar apropiarnos del conocimiento y de lo que for­ma parte de la cultura y la propiedad de toda la sociedad.
Nos encontramos con una alternativa que filo­sóficamente se parece mucho a lo que nosotros proponemos, con la cual nos sentimos muy có­modos. A través de esas alternativas filosóficas se puede ser eficiente, se puede ser productivo y brindar iguales o mejores servicios que so­bre la base de mecanismos basados en el fin de lucro. Para nosotros, empujar y favorecer el crecimiento de estas alternativas forma parte del accionar cooperativo y el apoyo a la eco­nomía social en el sentido de que son ejemplos válidos para toda la sociedad. Se puede ser eficiente, se pueden generar productos de cali­dad, se puede competir, e incluso en el merca­do, con objetivos que no son los de ganar más plata y los de esconder el conocimiento, sino compartirlo y crear productos que le sirvan a la sociedad. Y además, sobre esa misma filo­sofía se pueden generar modelos de negocios, formas de trabajo que mejoran la vida diaria.”

La elección del software libre no responde sola­mente a la comunión filosófica entre una entidad y el modelo de producción de los sistemas opera­tivos de código abierto. Sectores que responden a otro tipo de lógica, vinculada explícitamente con la generación de ganancias y acumulación de ca­pital, recurren a esta herramienta. Comenta Ja­vier Castrillo -responsable del CENITAL y Huayra­ que incluso las grandes empresas se vuelcan por el software libre: “El paradigma más grande es Google, que desarrolló su propio sistema ope­rativo sobre Linux y muchas aplicaciones están liberadas. En los bancos y en donde se mane­ja información crítica, todos utilizan bases de datos o servidores webs. El banco Credicoop funciona completamente con software libre. Inclusive las aplicaciones de los módulos espa­ciales de la NASA usan Linux. Prácticamente, no hay empresa que no use Linux.”
Así las cosas, arriesgamos: el software será libre, será social, o no será nada.


Fuentes:
Pérez de Mendiguren, J. C., Etxezarreta Etxarri, E. y Guri­di Aldanondo, J.: ¿De qué hablamos cuando hablamos de Economía Social y Solidaria? Concepto y nociones afines, XI Jornadas de Economía Crítica, Bilbao 2008.
“Cooperativismo y Software Libre”, en www.gcoop.com


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