► Nota: DANIELA
DIMOV / SANTIAGO NOGUEIRA | Entrevistas: JULIA VARELA / TAMARA ZYLBERSZTEJN
RPA entrevistó a dos representantes del cooperativismo en
Argentina: Pablo Recepter, Gerente de Informática del Banco Credicoop, y José
Massón, miembro de gcoop, una cooperativa de software libre. Ellos nos cuentan
por qué el Software Libre (SL) se ha convertido en parte integral de la
administración de su negocio, en un caso, y por qué el cooperativismo es la
forma ideal de emprender un servicio de este tipo, en el otro. Todo esto
enmarcado en un modelo diferente de pensar los intercambios económicos, el de
la Economía Social y Solidaria.
A diferencia del modelo individualista-competitivo
propio del capitalismo, que persigue el lucro y la acumulación individual por
sobre el bienestar comunitario, el concepto de Economía Social y Solidaria
(ESS) se basa en la idea de solidaridad.
El objetivo de los sistemas productivos y distributivos
de la ESS no es generar y acumular capital, sino resolver en conjunto las
necesidades y deseos de los ciudadanos. Pone a las personas y su trabajo en el
centro del sistema económico, considerando a los mercados como instrumentos
siempre al servicio del bienestar de todas las personas y de la reproducción de
la vida en el planeta.
El Software Libre (SL), que parte de una
serie de libertades que permite al usuario cooperar con sus pares y compartir
su conocimiento, tiene en sus propias bases de constitución la filosofía e
ideas que sostienen a la Economía Social y Solidaria, en contraposición al
modelo acumulativo capitalista.
José Massón, miembro de la cooperativa de servicios
de software libre gcoop, nos explica de forma clara por qué eligen
conformar una organización de este tipo para desarrollar su negocio: “El
trabajo cooperativo y los fundamentos en los que se basa la programación de
código abierto plantean los ideales de sociedad que gcoop pretende. Sin
patrones ni explotados, sin un monopolio del conocimiento y sin mercantilización
del saber, donde no prime el poder desde arriba. gcoop busca y trabaja en pos
de una sociedad justa, con relaciones equitativas y en la que todos participen
directamente.”
Estos conceptos son el eje de constitución de las cooperativas,
una de las formas de organización de la ESS (junto con las mutuales y las
asociaciones).
Una cooperativa es una empresa que le pertenece a
todos sus trabajadores (socios o co-propietarios), cuyo funcionamiento se
gestiona de forma horizontal y democrática: las decisiones se toman en conjunto
y las ganancias se reparten en formas iguales entre los socios (muy diferente
a las empresas en las que los dueños son solamente aquellos que aportan el
dinero y los insumos para hacer funcionar el negocio -capital-, y concentran
las ganancias obtenidas gracias al trabajo de sus empleados, quienes solamente
reciben un salario preestablecido).
Por otra parte, Pablo Recepter, Gerente de Informática
del Banco Credicoop (un banco cooperativo) relata cómo el software libre se
presenta como la herramienta de gestión informática que mejor representa los
valores organizacionales cooperativos.
“Nosotros nos acercamos a la posibilidad de utilizar software
libre a partir de una necesidad económica, como producto de la crisis, y
encontramos productos maduros que nos sirven para nuestros equipos. Pero
también nos encontramos con una filosofía particular en el modo de producción
de software y la forma de distribución, que tiene relación con nuestra filosofía
de trabajo basada en la colaboración, el apoyo mutuo, la solidaridad, el bien
común. Y esto se refleja cuando ponemos el producto enmarcado en el concepto de
propiedad social, distinto al de propiedad privada, sin buscar apropiarnos del
conocimiento y de lo que forma parte de la cultura y la propiedad de toda la
sociedad.
Nos encontramos con una alternativa que filosóficamente
se parece mucho a lo que nosotros proponemos, con la cual nos sentimos muy cómodos.
A través de esas alternativas filosóficas se puede ser eficiente, se puede
ser productivo y brindar iguales o mejores servicios que sobre la base de
mecanismos basados en el fin de lucro. Para nosotros, empujar y favorecer
el crecimiento de estas alternativas forma parte del accionar cooperativo y el
apoyo a la economía social en el sentido de que son ejemplos válidos para toda
la sociedad. Se puede ser eficiente, se pueden generar productos de calidad,
se puede competir, e incluso en el mercado, con objetivos que no son los de
ganar más plata y los de esconder el conocimiento, sino compartirlo y crear
productos que le sirvan a la sociedad. Y además, sobre esa misma filosofía se
pueden generar modelos de negocios, formas de trabajo que mejoran la vida
diaria.”
La elección del software libre no responde solamente
a la comunión filosófica entre una entidad y el modelo de producción de los
sistemas operativos de código abierto. Sectores que responden a otro tipo de
lógica, vinculada explícitamente con la generación de ganancias y acumulación
de capital, recurren a esta herramienta. Comenta Javier Castrillo
-responsable del CENITAL y Huayra que incluso las grandes empresas se vuelcan
por el software libre: “El paradigma más grande es Google, que desarrolló
su propio sistema operativo sobre Linux y muchas aplicaciones están liberadas.
En los bancos y en donde se maneja información crítica, todos utilizan bases
de datos o servidores webs. El banco Credicoop funciona completamente con
software libre. Inclusive las aplicaciones de los módulos espaciales de la
NASA usan Linux. Prácticamente, no hay empresa que no use Linux.”
Así las cosas, arriesgamos: el software será libre,
será social, o no será nada.
► Fuentes:
Pérez de Mendiguren, J. C., Etxezarreta Etxarri, E.
y Guridi Aldanondo, J.: ¿De qué hablamos cuando hablamos de Economía Social
y Solidaria? Concepto y nociones afines, XI Jornadas de Economía Crítica,
Bilbao 2008.
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