martes, 25 de junio de 2013

“Hoy el trabajo del cartonero está legitimado” Reciclaje: un camino al trabajo digno

Por Emilia Erbetta

ProyectoAire entrevistó a Juan Martín Carpenco, integrante del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), una organización  social independiente de los partidos políticos, que agrupa  a más de 2000 cartoneros de Capital Federal y del conurbano bonaerense.



En 2004, con poco más de 22 años, Juan Martín se acercó a la olla popular más cercana a su casa, en el barrio de Palermo. Así conoció al Movimiento de Trabajadores Excluidos, del que hoy forma parte. Además de agrupar a trabajadores de la Capital y el conurbano, El MTE absorbió a otros grupos de cartoneros, como los del Tren Blanco, lo que lleva la cifra a casi 4000 cartoneros que hoy trabajan amparados por la Ley 992, que incorpora a los Recuperadores Urbanos al Servicio Público de Higiene urbana de la Ciudad de Buenos Aires. 
Según explican en su página web, cartoneando.org, el MTE surgió “como herramienta de los cartoneros para enfrentar al régimen mafioso (político, policial y empresarial)”.

¿Cómo te sumaste al MTE?
En 2004 yo vivía en Córdoba y Mario Bravo; unos pibes organizaban una olla popular y me sumé. Los cartoneros del MTE vienen desde Zona Sur, pasan por Puente Alsina, después por Sáenz, que se hace Boedo y que después se hace Bulnes. Toda la cuenca la hace el MTE y ahí los conocí.

¿Cómo fue creciendo el trabajo del MTE en estos años?
Yo me acerqué a dar una mano. Hay que imaginarse la época; después del 2001, muchísima pobreza; las ollas eran ollas de hambre, donde la gente venía porque no tenía para comer y no tenía otro punto de encuentro en una ciudad que fue y sigue siendo muy hostil para la gente de provincia que viene a hacer este tipo de tareas. En función de eso se fue organizando todo esto, siempre con la bandera del derecho al trabajo, la inclusión social. Eso nos permitió aglutinar la suficiente cantidad de gente para enfrentar el primer problema, que fue la policía que cobraba coimas a los cartoneros por trabajar. En función de eso se hizo una marcha, se armó una red de contacto entre camioneros para que, cuando la policía quisiera llevarse a uno se juntaran en segundos 500 personas. Así fuimos resistiendo y se logró erradicar. Hoy en día no debe haber un cartonero que pague coima por trabajar. Y si lo hay, es a cuentagotas. Hoy el trabajo del cartonero está legitimado.

¿Cómo es la dinámica de trabajo?
Mientras la organización se fue haciendo más grande y tomó conciencia de lo postergados que estaban sus derechos, fue avanzando sobre conquistas históricas del movimiento cartonero. Hoy, el sistema de trabajo sigue siendo el mismo pero está perfeccionado. En un primer  momento, los compañeros venían en un camión en muy mal estado, con los bolsones y los carros; se bajaban en una parada y cada uno iba a hacer su cuadra, su portero y su zona y después volvían al barrio en el camión. Hoy en día están uniformados, cada uno con su credencial identificatoria, perciben un incentivo por su trabajo, pagado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que también subsidia los camiones. Todo esto se realizó sobre la base de una ecuación que tomó mucha fuerza cuando los compañeros y los vecinos de la Capital se hicieron conscientes del beneficio ambiental y económico que representa el trabajo del cartonero. Porque los kilos de mercadería que el cartonero levanta de la calle, se ahorran en el enterramiento sanitario, por el cual el Estado también paga. Entonces, nuestra propuesta era que esa suma que se ahorraba, se destinara  a mejorar y fortalecer el sistema cartonero. En 2008 firmamos el convenio con el Ministerio de Espacio Público, que es el que habilitó y facilitó este tipo de recursos. Ahí  empezó a cambiar la cosa. Esto fue coronado en 2010  con el pliego de licitación, cuando la ciudad firmó el contrato con las empresas de limpieza y la parte del presupuesto de gestión de residuos sólidos, que hasta entonces iba a las empresas privadas que no invertían en reciclar, pasó a los cartoneros, quienes recuperan en un día lo que las empresas no recuperaban en un año. Esta es una conquista que no puede volver atrás, un derecho adquirido.

¿Cómo es la situación en el resto del país?
 A este nivel, esta experiencia es única en el mundo. En los centros urbanos más grandes como Córdoba, Rosario, Mar del Plata, hay una organización incipiente. Nosotros tenemos en construcción la Federación de Cartoneros, porque hay lugares donde los compañeros siguen trabajando en las mismas condiciones que nosotros trabajábamos hace algunos años.

Más info en: www.cartoneando.org.ar
Facebook: MTE Cartoneros

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